miércoles, 10 de diciembre de 2008

Talento a borbotones en Lyon


Partidazo el que enfrentò al Olympique de Lyon y al Bayern de Munich en el grupo F de la Champions, en el que acabò imponièndose el conjunto alemàn por 2-3, que dejò muy buen sabor de boca de ambos equipos. El Bayern tirò de oficio y sentenciò pronto el partido, pero un Lyon lleno de
jòvenes talentosos liderados por Ederson y Benzema a punto estuvo de darle un buen susto.


Hace poco veìa yo un anuncio automovilìstico en la televisiòn que utilizaba el siguiente eslogan: "Caràcter alemàn, espìritu francès". Pues bien, esa frase publicitaria define perfectamente lo acontecido esta noche en el Stade Gerland de Lyon, en el encuentro que enfrentaba al Olympique y al Bayern de Munich. Un partido que se presentaba aparentemente tranquilo, debido a que ambos equipos estaban ya matemàticamente clasificados para octavos de final de la màxima competiciòn de clubes a nivel continental; en el que al Bayern le bastaba un empate con goles para conseguir la primera plaza.

El equipo alemàn resultò ser una apisonadora en el primer tiempo, metiendo todo lo que chutò, y aprovechàndose de una dèbil zaga francesa que fue la verdadera causante de la derrota de su equipo. Asì, en el minuto 12, tras una serie de desbarajustes defensivos del Olympique, Klose se hacìa con un rechace dentro del área y batìa al portero Lloris sin oposición.

Aùn asì el equipo local no se vino abajo y siguió con el planteamiento inicial, tocando y tocando, y aprovechando la movilidad de sus hombres de ataque para crear peligro ante una lenta pero bien posicionada defensa alemana. Destacar la buenísima labor del, para mì hasta ahora desconocido, joven mediapunta brasileño Ederson (hijo de Eder, para entendernos). Ojo con este chaval (22 años) que acaba de llegar del Niza y ya se ha ganado un hueco en el once galo.

Pero volvió a fallar la defensa gala, y volvió a acertar el ataque alemán, en el minuto 33, esta vez tras un pase largo que bajaba el ariete italiano Luca Toni, èste metìa a Ribery un pase al área y el genial centrocampista del Bayern, que resultò ser el mejor del partido, mandaba con un tiro cruzado el balòn al fondo de las mallas ante la impotente mirada del portero local.

Dos goles en dos llegadas germanas, parecía que el Lyon estaba condenado a perder ante tal efectividad. Pero inmediatamente después llegaba un potentísimo disparo de Ederson desde la frontal que impactaba en el palo y Benzema no llegaba a hacerse con el rechace. Apenas un minuto después de recibir el segundo gol, los aficionados reunidos en el estadio volvían a creer en su equipo.

Y apenas un minuto después de que se reavivaran las esperanzas galas, llegaba el tercer gol germano tras una grandísima jugada colectiva. Schwensteiger y Ribery hacían una magnìfica pared en un lateral de el área, y este último lanzaba un centro al segundo palo que Klose remataba en semi-fallo, pero que tocò lo justo para que Lloris no pudiese hacer nada. Tres a cero con màs de medio partido todavía por delante, el futuro pintaba negro para los franceses.

Asì se llegaba al descanso, con un Olympique mermado por su poco acierto defensivo, y con un Benzema que apenas había aparecido una vez para realizar un disparo desviado. El resultado no reflejaba lo acontecido en el terreno de juego, puesto que el Lyon había sido dueño y señor del balòn, con un Toulalan muy trabajador, pero el Bayern había sabido aprovechar su calidad arriba y su solidez en defensa para sacar ventaja en la primera mitad. Lo único que necesitaba el Lyon era un gol para verse de nuevo dentro del partido y seguir intentándolo como hasta entonces, a sabiendas de que el premio tenía que llegar en un momento u otro.

Con esa mentalidad salió el conjunto galo al campo en la reanudaciòn, que no tardò en conseguir su primer tanto por medio de Govou que aprovechaba un rechace de Rensing a un tiro de Ederson para meter la bola a placer. Era el minuto 51.

A partir de ahì monòlogo del Olympique, volcado en campo rival, con un Benzema portentoso, haciendo uso de sus mejores cualidades y creando muchísimo peligro. Asì, en el minuto 68, el carismático delantero galo se hacìa con un pase largo, ganaba la espalda a la defensa alemana (algo relajada en la segunda mitad), recortaba a Rensing y ponìa el 2-3 en el marcador.

El Lyon se crecía, su pùblico animaba màs que nunca, y Klinsmann se ponìa nervioso. El técnico alemán retirò a Klose del campo y metió al pivote defensivo Ottl con tal de aguantar el resultado, y la verdad es que dio resultado. Por su parte, el equipo galo sacò toda su artillería, metiendo a Fred y a Kallstrom.

Fue el delantero brasileño quien, en el minuto 80, tuvo la mejor ocasión de los suyos para empatar el partido. Grosso metìa un muy buen centro desde la banda izquierda que el ariete conseguía rematar con la cabeza algo forzado, pero el portero germano Rensing (quien acabò siendo el héroe del conjunto alemán) despejò la pelota demostrando unos increíbles reflejos.

El Lyon siguió intentándolo hasta el final, pero la muralla que Klinsmann había organizado en su zaga resultò ser demasiado para el valiente conjunto francés. Al final 2-3 para el Bayern, que asegura su plaza como primero de grupo.

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