¡Hola de nuevo! Tal y como prometí, vuelvo a escribir un pequeño artículo tras finalizar mi periodo de exámenes. Y digo pequeño porque en todo este tiempo sin escribir han pasado muchísimas cosas en el gran mundo del fútbol.
Pero, sin duda alguna, y sin faltar al resto del ámbito futbolístico, la noticia más importante para los aficionados del Athletic ha sido la clasificación para las semifinales de la Copa del Rey. Algo que, si bien no nos garantiza estar en la final, sí que crea una enorme ilusión en el entorno rojiblanco puesto que es, a día de hoy, prácticamente el único título capaz de ganar. Y en Bilbao hay hambre de títulos, aunque sea sólo por recordar aquellos tiempos en los que el Athletic aspiraba al doblete y, por qué no, para desempolvar una Gabarra que hace tiempo no ve la luz del sol.
Por esa razón creo que ganar la Copa significaría para el Athletic mucho más que para cualquier otro equipo, puesto que nos devolvería, aunque sólo fuera por unos años, al lugar que nos corresponde. Al lugar del que nunca debimos salir. Entre los grandes. Y, sinceramente, creo que esa debe ser la motivación de los jugadores, saber que están jugando no para un simple club, sino para el Athletic Club de Bilbao, y que la gente les va a apoyar con toda la ilusión con la que cuentan, que (ojo) no es poca.
Para terminar voy a hacer alusión a una llamada telefónica que realizó un oyente de Radio Popular a dicha emisora, justo tras el partido de liga contra el Sporting (¿o era contra el Numancia? no recuerdo bien). Dicho oyente, aficionado del Athletic, se aventuró a decir que el Athletic iba a llegar a la final de Copa (todavía estábamos diputando los octavos contra el Osasuna) y que, en su opinión, era el único equipo capaz de vencer al Barça en dicha competición. En respuesta a esta rotunda afirmación los presentadores del programa de radio lo tomaron como alguien que no sabe mucho de fútbol pero al que hay que dejar opinar y blablabla. Pues bien, aquí estamos, a miércoles 3 de febrero de 2009, a punto de jugar la ida de la semifinal de Copa en el Sánchez Pizjuán, con un Sevilla bastante mermado por los resultados y con la vista claramente fijada en no verse descolgado de los puestos punteros de la clasificación liguera. Un Sevilla al que, más le vale meternos hoy más de dos goles de diferencia, porque si no lo llevan claro. Tal y como ha dicho Jiménez "en Bilbao ya nos ganan en ambiente". ¡Ay, amigo! Ganar es decir poco, os meamos (hablando mal) en ambiente.
Y sí, yo también creo firmemente que el Barça es fácilmente batible a un solo partido, y sobre todo si juega contra el Athletic.
Ahora más que nunca, ¡AUPA ATHLETIC!
